El mundo asegurador es un sector extenso y complejo que usa la información estadística y otros datos para valorar riesgos futuros. Las herramientas que usan las compañías de seguros están basadas en una serie de patrones que se asignan a una determinada siniestralidad en el pasado y que se suelen mantener en el tiempo con mínimas variaciones, lo cual permite hacer predicciones exactas sobre la evolución de una siniestralidad concreta.
El precio del seguro viene determinado por los elementos técnicos del mismo:
La Probabilidad
Es la acción de cuantificar la posibilidad de que se produzca un determinado suceso, valorando si es muy posible que ocurra un hecho o, por el contrario, si es muy poco posible.
Las aseguradoras necesitan conocer, de la forma más exacta posible, las probabilidades de ocurrencia de los diferentes riesgos. Los servicios de estadística oficial y privada ofrecen la información que necesitan para su actividad.
Estas estadísticas ayudan a cuantificar el número de veces que se materializa el riesgo por cada cierto número de elementos expuestos a él. La probabilidad puede ser modificada por la intensidad, por lo que ambos elementos son necesarios para valorar probabilísticamente el daño esperado.
Por ejemplo, de cada dos mil joyerías en ciudades de más de 100.000 habitantes, son robadas 20 al año. Esto es una referencia numérica sobre probabilidad. Quiere decir que de cada dos mil pólizas que contrate bajo este perfil o segmento, puede esperar aproximadamente 20 siniestros de robo al año. Se establece la probabilidad de ocurrencia de 20/2.000, que en porcentaje representa el 1%.
La intensidad
Es la cuantificación del siniestro sobre el bien asegurado, indicada en porcentaje de daños que ha producido el siniestro sobre la totalidad del bien.
No siempre los siniestros afectan a los bienes en su totalidad. En la mayoría de los casos sólo se ve dañada una parte, por eso se necesita conocer la intensidad esperada de los riesgos que se aseguran, pues ello permitirá valorar el volumen de las indemnizaciones que deberán satisfacerse.
Si la intensidad del siniestro es del 100%, podemos hablar de siniestro total en coches, o bien, la propia muerte de una persona. Si, por el contrario, el siniestro sólo afecta a la mitad del bien asegurado, como por ejemplo 50 contenedores robados de un almacén que contiene 100, la intensidad será del 50%.