Es una modalidad de contrato en el que se asegura una parte de la totalidad del valor de los bienes que están expuestos al riesgo. Generalmente, esta forma de aseguramiento se suele dar cuando el riesgo no implica una destrucción total de los bienes. Por ejemplo, un robo de mercancía o un incendio en almacén. Parte de los bienes padecerán el siniestro y otra parte no.
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